viernes, 16 de marzo de 2012



Un día me cansaré de añorarte
y el arte de olvidar a la fuerza no tendrá reparos
hasta en dejar de ver tus huellas en el parque
donde por fin soñar con amor dejó de ser demasiado caro.

Te he buscado en las calles que recorrimos juntos,
las estrellas parecían puntos suspensivos,
una vez que no soy culpable de mi castigo y no me insulto
 el asfalto grita alto "jódete, no dormirá contigo"

Volvía a nacer mamando de tus pechos
cuando la ciudad no parecía un poema fatal hecho.
Mordí tus labios como quien lleva días sin comer
y le ponen un banquete. Me forré el corazón con tu piel,
iba corriendo a tu casa para verte sin añorar los viernes
de alcohol. Quien ha probado la mierda aprecia la miel,
los mejores momentos son breves pero duran siempre,
sigues encima mío aunque el vacío dice "ya se fue"

Supe que podía vencer al dolor mientras te estabas desnudando,
exprimí el jugo de tu intimidad y me dormí extasiado.
En tus mares más profundos encontré un tesoro,
se que nadie buceará como yo para encontrarlo.






Pablo Hasél.


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